sábado, 7 de enero de 2012

Extracto de “viaje al fin de la noche” de Louis-Ferdinand Céline

Extracto de “viaje al fin de la noche” de Louis-Ferdinand Céline


Conque al servicio de la compañía Pordurière del Pequeño Togo trabajaban, al mismo tiempo que yo, ya lo he dicho, en sus cobertizos y plantaciones, gran numero de negros y pobres blancos de mi estilo. Los indígenas, por su parte, no trabajaban sino a estacasos, conservaban esa dignidad, mientras que los blancos, perfeccionados por la instrucción publica andan solos.
La estaca acaba cansando a quien la maneja, mientras que la esperanza de llegar a ser poderoso y rico con que están atiborrados los blancos no cuesta nada, absolutamente nada. ¡Que no vengan a alabarnos el merito de Egipto y de los tiranos tártaros! Estos aficionados antiguos no eran sino unos maletas petulantes en el arte de hacer rendir al animal vertical su mayor esfuerzo en el currelo. No sabían, aquellos primitivos, llamar “señor” al esclavo, ni hacerle votar de vez en cuando, ni pagarle el jornal, ni sobre todo, llevarlos a la guerra para liberarlo de sus paciones. Un cristiano de veinte siglos, algo sabía yo al respecto, no puede contenerse cuando por delante de él acierta a pasar un regimiento. Le inspira demasiadas ideas.

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